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PRIMITIVISMO Y CRIMINALIDAD
Obras: Montaña Adentro, Bestia Dañina
Fecha de publicación: 1923 - 1926

 

Manuel Zamorano

 

 

Estudio Analítico: Montaña Adentro[1]
Primitivismo y criminalidad

 

La autora de Montaña Adentro y Bestia Dañina, obras que analizamos en esta oportunidad, pertenece a una generación de escritores que guarda algún paralelismo con la producción de Mariano Latorre, Luis Durand, González Vera y otros. Contaba apenas con 22 años cuando escribe su libro más logrado, de vigoroso estro poético, reciedumbre criollista y perspicacia perceptiva y conceptual que recuerda los más logrados libros de los mejores novelistas chilenos. A pesar de su delicada condición femenina, ella muestra algunos matices de extraordinaria fuerza y realismo en el relato y en la observación de los personajes y de las situaciones que ellos viven. Su impronta poética aparece en todo su magnífico relieve cuando describe los fenómenos de la naturaleza. Los anima con una belleza de singulares imágenes, intensamente humanizadas. La noche, el cielo, las montañas, los árboles, las estrellas adquieren sentimientos y características antropomórficos, sin que la autora caiga en una plétora imaginista, desmesurada y superficial. Detrás del poema en prosa hay un espíritu alerta y reflexivo que contiene y orienta los arranques de la imaginación.

En este hermoso libro la variable destino reaparece con toda la omnipresencia de la intuición literaria. "Tenía la muchacha ese fatalismo que hace acogerlo todo... dichas, pesares, enfermedades, muerte... ¿Para qué si es el destino? Ignorancia, miseria..., el crimen mismo, son..., poderes contra los cuales no vale luchar..." (p. 380).

"Cuando al atardecer del día siguiente dieron... alcance a Pedro Pereira, que huía por Collihuanqui... aflojó las riendas del caballo murmurando entre dientes: ¡Sería mi destino!..." (p. 087).

El escenario de miseria en que se desenvuelve la vida de los campesinos chilenos, encuentra en Marta Brunet una paleta de gran veracidad y pulcritud perceptiva. "Más allá aún estaba ese horror que en los campos sureños se llama la rancha: tablas apoyadas... unas contra otras... una especie de tienda de campaña donde duermen hacinados... vestidos sobre un poco de pasto seco" (p. 365) "...Harapientos, sucios, sudorosos, iban y venían..." (p. 360) . Luego, en la página 367 el toque supersticioso que anima la religión del campesinado: "De Dios tenía una idea muy vaga y si guardaba los mandamientos divinos no era por amor a Dios, sino por miedo al infierno...".

La misma atmósfera, tediosa y monocorde, fatalista, que oscuramente moviliza los sentimientos y la voluntad humanos de estas gentes miserables, aparece en la descripción vívida y bestial del crimen:

"-- ¡Vos te callái, perdía!... ¡Baboseá! ...

"¡Cobarde!... ¡Pégale Juan! ... ¡Pégale duro!

"Con la cabeza baja lo mismo que un toro que embiste, con la misma mentalidad y el mismo fin, se arrojó Pereira sobre Juan Oses. Pero éste lo esperaba: en guardia el brazo izquierdo que rechazó el golpe; ligero el derecho que hizo rodar al agresor hasta la puerta..."

"Con su habitual modo tranquilo, volvióse Juan para entrar. Mas el otro esperaba el momento y de un salto prodigioso cayó sobre las espaldas de Juan Oses esgrimiendo el corvo traidor que se hundió hasta el puño" (p. 387).

 

 

Estudio analítico
Bestia Dañina[2]

 

A comienzos del presente siglo, en las viejas heredades de los valles centrales de Chile, solían darse tipos de labriegos de fuerte contextura que recuerda los hidalgos personajes castellanos de la literatura española. La psicología del protagonista aparece así definida: "Tenía un carácter de hierro. Los principios morales y religiosos que la madre le inculcara se modelaron en ese metal y nunca nada ni nadie pudo borrarlos" (p. 391). En hombres como éste el orgullo y la pasión pueden desatarse salvajemente, como una fuerza de la naturaleza. "Don Santos la taladraba con sus ojos metálicos que habían tomado la antigua expresión... ella seguía sonriéndole... ponía en descubierto los dientes que castañeteaban...

"-- ¡Canalla! ¿Con quién estabas? --rugió opaca y pavorosamente. "

--Con naiden...

"No contestó el viejo, que ahora examinaba la pieza: la cama deshecha... a los pies de Chabela un cuello de hombre...

"-- ¿Y esto? -preguntó...

"Y como ella ganada por el terror...

"-- ¿Qué es esto, mala bestia, sino el cuello e tu querío? ... Y en un paroxismo de ira que afinó sus facciones endureciéndolas y tomándolas grises--... Por tu culpa me voy 'acriminar... Tu viejito querío, que te va a matar aquí mesmo onde ti'habís revolcao con l'otro... No sos más qu'una bestia dañina... las manos del viejo se cerraron sobre la garganta y apretaron hasta sentir el cuerpo lacio..." (págs. 414-415).

Es difícil alcanzar en la descripción de un crimen tan primitivo una dosis de realismo más elocuente que el de esta abreviada transcripción.

Los hechos delictuosos y la constelación ambiental que describe la autora corresponden al primitivismo criminal que suele darse en las zonas rurales de Chile, donde la pasión y las tendencias instintivas primarias estallan con toda su cósmica e indomeñada originalidad.

 

 

MONTAÑA ADENTRO[3]

Obras completas de Marta Brunet

 

I AUTOR

 

Edad: 1901. 22 años al publicarse la obra.

Extracción social: Clase media.

Profesión: Escritora.

Ideología: Reformista.

Religión: No confesional.

Origen geográfico: Chillán.

II O B R A

 

Editorial: Zig-Zag, S. A.

Edición: 1963.

Fecha de publicación: 1923.

Género: Novela.

Época: Alrededor de 1920.

Lugar: Medio rural.

Tema: Delincuencia adulta masculina.

Índole: Narrativa.

Carácter general de la obra: Orientación descriptiva. Traduce fielmente el modo de ser, lenguaje y carácter campesinos. Realista, veraz.

 

"Rico léxico, frase castiza y, a veces de corte anticuado, como se conserva en los rincones provincianos de Chile"[4].

 

Síntesis del argumento:

Novela breve, cuya trama se desarrolla en un medio rural alrededor del año 1920. El personaje delincuente, campesino adulto, rudo e ignorante, seduce a una muchacha del inquilinaje y la abandona cuando ésta queda embarazada. Al tiempo después, vuelve al lugar y en una juerga sus amigos le comentan que la muchacha va a casarse, satirizándolo e hiriendo su amor propio. Al comienzo, el protagonista trata de restar importancia al asunto, pero cuando se encuentra en estado de ebriedad, al anochecer, siente menoscabado su sentido de hombría, se dirige a la casa donde la muchacha se encuentra con su novio y lo provoca abiertamente para incitarlo a la riña. Este, al verlo ebrio, trata de contenerlo y reducirlo, pero sus esfuerzos resultan baldíos y muere asesinado a puñal por el ex amante de la mujer.

 

 

III ANALISIS DE LA OBRA

 

Protagonistas

 

Rasgos psíquicos:

 

Firme creencia en el destino como determinante de las actuaciones humanas; indiferencia ante el peligro y la muerte, afición alcohólica.

"Tenía la muchacha ese fatalismo que hace acogerlo todo con igual calma. Dichas, pesares, enfermedades, muerte, son para ella poderes contra los cuales no vale rebelarse. ¿Para qué si es el destino? Ignorancia, miseria, malos instintos, el crimen mismo, son para ella poderes contra los cuales no vale luchar. ¿Para qué, si es la fatalidad?" (p. 380).

"Cuando al atardecer del día siguiente dieron San Martín y sus hombres alcance a Pedro Pereira que huía por Collihuanqui, camino de la cordillera, el fugitivo al verlos y comprender que estaba perdido aflojó las riendas del caballo murmurando entre dientes: -- ¡Sería mi destino!-- Y esperó indiferente que lo apresaran" (p. 387).

 

Rasgos físicos: Regulares.

 

Rasgos delictivos: Delincuencia ocasional, de tipo individual, sin ensañamiento.

 

Nivel socioeconómico

 

Clase social: Baja (campesina).

Tipo de vivienda: Miserable.

 

"Más allá aún estaba ese horror que en los campos sureños se llama la rancha: tablas apoyadas en un extremo unas contra otras, formando con el suelo un triángulo y todas ellas una especie de tienda de campaña donde duermen hacinados los peones afuerinos, es decir, aquellos que están de paso en la hacienda trabajando a jornal o a tarea durante los meses de excesivo trabajo. Treinta o más hombres duermen en esas condiciones bajo la rancha que se agranda a voluntad con sólo agregarle más tablas. Duermen vestidos sobre un poco de pasto seco, y en esa región montañosa, en que aún se usa la ojota, ni siquiera la molestia de descalzarse tienen..." (p. 365).

 

Ambiente sociocultural

 

Lenguaje: Corriente.

Supersticiones: Aparecen.

Profesión del protagonista: Obrero con trabajo ocasional.

 

Ambiente familiar: No se registran datos.

Intuiciones significativas del autor:

 

"Se detallaban ya los trabajadores que silenciosamente hacían la faena. Ni un canto, ni una risa, ni una frase chacotera salía de sus labios. Harapientos, sucios, sudorosos, iban y venían con cierto mecanismo en los movimientos que les daba aspecto de autómatas: hasta el mirar angustiaba por la falta de espíritu. Autómatas y nada más eran aquellos hombres que el administrador vigilaba desde una ramada" (págs. 359-360).

"Era la de doña Clara una religión muy singular. De Dios tenía una idea muy vaga y si guardaba los mandamientos divinos no era por amor a Dios, sino por miedo al infierno" (p. 366).

"La religión de Cata era más difusa aún. Muy pequeña en la época de las misiones, fue entonces bautizada; su instrucción religiosa le venía de doña Clara. La muchacha reía oyéndola; ella no creía en 'esas leseras'" (p. 367).

-- ¡Vos te callái, perdía! ... ¡Baboseá!...

-- ¡Por vos, que sois un canalla! ... ¡Cobarde! ¡Pégale, Juan, que pague de una vez tóo lo que m'hizo penar! ... ¡Echalo de una vez! ... ¡Pégale duro!...

"Con la cabeza baja, lo mismo que un toro que embiste, con la misma mentalidad y el mismo fin, se arrojó Pereira sobre Juan Oses. Pero éste lo esperaba: en guardia el brazo izquierdo, que rechazó el golpe; ligero el derecho que hizo rodar al agresor hasta la puerta. Ahí, con un puntapié, lo lanzó fuera.

"-- ¡Mentiroso!... ¡Levantaorl... ¡Cochino!... --seguía vociferando doña Clara.

"--Mamita, cállese, por favor --rogó Cata, avergonzada.

"--Está como cuba --dijo desde fuera Juan Oses, que se demoraba viendo cómo Pereira se ponía lentamente en pie--. Con esta leución creo que no quedrá más.

"Con su habitual modo tranquilo, volvióse Juan para entrar. Mas el otro esperaba el momento y de un salto prodigioso cayó sobre las espaldas de Juan Oses esgrimiento el corvo traidor que se hundió hasta el puño" (págs. 386-387).

 

 

Aspectos delictivos

Tipicidad del delito: Homicidio de carácter pasional cometido bajo la influencia del alcohol. Delito de tipo ocasional.

Estación: Fin de verano.

Día: Domingo.

Hora: Noche.

Tipo de arma: Blanca.

Teoría criminológica: Predominantemente psicológica: destino, fatalidad, despecho, estado de ebriedad.

 

 

BESTIADAÑINA

Obras completas de Marta Brunet[5]

 

I AUTOR

 

Edad: 1901. 25 años al publicarse la obra.

Extracción social: Clase media.

Profesión: Escritora.

Ideología: Reformista.

Religión: No confesional.

Origen geográfico: Chillán.

 

II O B R A

 

Editorial: Zig-Zag, S. A.

Edición: 1963.

Fecha de publicación: 1926.

Género: Novela.

Época: Alrededor de 1920.

Lugar: Medio rural.

Tema: Delincuencia adulta masculina.

Índole: Narrativa.

Carácter general de la obra: Orientación descriptiva. Revela gran conocimiento del modo de ser del campesino chileno, sus problemas y creencias. Directa, veraz, objetiva.

 

Síntesis del argumento:

Un campesino viudo, de cierta edad, con varias hijas, contrae matrimonio con una muchacha bastante joven y agraciada. En su familia existe fuerte oposición a este enlace, pero el protagonista cierra los ojos a la realidad y se casa. Con el tiempo, la esposa, que nunca ha amado a su viejo marido, y cuyo matrimonio obedeció al deseo de asegurar su situación, se enamora de un hombre joven que pasa ocasionalmente por el lugar. Se ven todos los días, a la hora de la siesta, cuando el anciano se va a los campos, pero un día éste regresa a su casa inesperadamente y los sorprende. El hombre huye y el campesino asesina a su mujer.

 

III ANALISIS DE LA OBRA

 

Protagonistas

Rasgos psíquicos:

Despótico, intransigente, orgulloso, terco y dominante.

 

"...Tenía un carácter de hierro. Los principios morales y religiosos que la madre le inculcara se modelaron en ese metal y nunca, nada ni nadie, pudo borrarlos" (p. 391).

 

Rasgos físicos: Regulares.

Rasgos delictivos: Delincuencia ocasional, de tipo individual, sin ensañamiento.

 

Nivel socioeconómico

 

Clase social: Baja (campesina).

Tipo de vivienda: Modesta.

 

Ambiente sociocultural

 

Lenguaje: Corriente.

Supersticiones: Aparecen.

Profesión: Obrero con trabajo estable.

Ambiente familiar: Familia organizada.

Relación con el padre: Normal.

Relación con la madre: Normal.

 

"Muy niño aún, ayudaba a su padre en cuanto sus fuerzas le permitían. Las horas de solaz que para los otros chiquillos eran correrías locas a través de los potreros en busca de nidos y frutas, para Santos eran paciente trabajo de carpintería que daba por resultado una cajita, una repisa, un banco. A los diez años entró a formar parte del personal de la hacienda como ayudante de carpintero, bajo las órdenes de su padre..." (p. 390).

 

Intuiciones significativas del autor:

 

"Entre los montañeses aislados de la ciudad por enormes distancias, se conserva íntegra la tradición casi feudal del vivir de nuestros abuelos. El patrón es el señor omnipotente del cual se soporta todo sumisamente, aunque en lo hondo se lo reconozca injusto. Ese sentimiento es mudo. La primacía del señor sobre el inquilino la ejerce en la puebla el padre, el marido o el hermano mayor sobre el resto de la familia" (p. 390).

"Don Santos la, taladraba con sus ojos metálicos que habían tomado la antigua expresión: ella seguía sonriéndole con un tic que tiraba del labio inferior y ponía en descubierto los dientes que castañeteaban, pero los ojos mantenían la mirada del marido.

"--Canalla! ¿Con quén estabas? "--rugió opaca y pavorosamente.

"--Con naiden. ¿Con quén quería qu'estuviera?

"--Mentirosa... Canalla... Sinvergüenza...

"-- ¿Por qué me trata así?

"No contestó el viejo, que ahora examinaba la pieza: la cama deshecha, la mesa derribada, las ropas de la mujer por el suelo, la puerta que daba al patio entreabierta; a los pies de Chabela un cuello de hombre con corbata de seda azul.

"-- ¿Y esto? --preguntó, abalanzádose-- ¿Y esto de quén es?

"Y como ella, ganada por el terror, no contestara:

"--Perdía..., perdía...

..............................................................

"-- ¿Qu'es esto, mala bestia, sino el cuello e tu querío? Canalla... Perdía --y en un paroxismo de ira que afinó sus facciones endureciéndolas y tornándolas grises, continuó diciendo--: Te di mi nombre y lo habís escarnecío... Te traje a mi casa y l'habís manchao... Me golviste loco con tu querer mentiroso y desoyendo too me casé con vos... Esperaba que me dierai un hijo y no me lo diste na... Por tu culpa se perdió la Meche... Por tu culpó morirá la Tatito... Por tu culpa me voy acri'minar... 'Ah, perdía,...............................................................

"--Tu viejito querío que habís escarnecío --prosiguió don Santos, que de un brusco tirón la echó sobre la cama--, tu viejito querío que te va a matar aquí mesmo onde ti'habís revolcao con l'otro..., aquí vai a morir... Perdía... Bestia... no sos más qu'una bestia dañina y a las bestia se las mata... ¡Ah!... Así...

...............................................................

"Las manos del viejo se cerraron sobre su garganta y apretaron hasta sentir el cuerpo lacio.

...............................................................

"--Haber vivío toa una vía e trabajo pa terminar en esto --murmuró, tomado por un desfallecimiento que aflojó sus músculos.

"Pero otro impulso lo empujó hacia la puerta del patio, con la intención de correr tras el que huía.

"--No --volvió a murmurar--, era ella l'única que me debía respeto" (Págs. 414-415).

 

Aspectos delictivos

 

Tipicidad del delito: Parricidio; motivación pasional.

Estación: verano.

Hora: Tarde.

Uso de fuerza física.

Teoría criminológica: Predominantemente psicológica.

"'Malhaya sea l'horal... --alcanzó a pensar, pero luego, resignado, fatalista, murmuró encogiéndose de hombros la frase que sigila el pensar del roto--: Sería mi destino..." (p. 406).

 

Zamorano, Manuel. "Marta Brunet: primitivismo y criminalidad". En Crimen y Literatura. Santiago: Universidad de Chile, Facultad de Filosofía y Educación, 1967, pp. 151-159.

 



[1] Editorial Zig-Zag, S. A., Santiago de Chile, 1963, Obras Completas, Marta Brunet.

[2] Editorial Zig-Zag, S. A., Santiago de Chile, 1963, Obras Completas, Marta Brunet.

[3] Editorial Zig-Zag, S. A., Santiago de Chile, 1963, Obras Completas, Marta Brunet.

 

[4] Editorial Universitaria, Santiago de Chile, 1962, Panorama Literario de Chile, Raúl Silva Castro (p. 307).

[5] Editorial Zig-Zag, S. A. Santiago de Ghilc, 1963, Obras Completas, Marta Brunet.